Qué fácil es reírse de los sueños de otros cuando no hay ni riesgo ni sueño… Qué fácil apuntarse a una falsa sensatez que en realidad esconde una falta de valentía que nos deja muertos por dentro, qué fácil mofarse del resultado cuando sabes cómo acaba el partido, cuando vas sobre seguro y no tienes que hacer la apuesta a ciegas. Lo duro es escoger cuando todo está oscuras. Porque pase lo que pase, lo más importante es seguir tu conciencia,tu instinto, buscar tu camino e intentar alcanzar tu techo para superarlo… Y tras ese, otro, y otro mas. Y uno mas… Una sucesión de límites superados y de sueños vencidos, algunos ahogados y todos abrazados. Decir que sí, cuando miras al mundo y algunos giran la cara y otros te advierten que hace frío al otro lado. Y a pesar de todo, saber que puedes, que sabes y que puedes tocar casi lo que deseas porque es tuyo, porque te lo ganas, porque te has partido en mil pedazos por acariciarlo… Porque intuyes que lo que realmente merece la pena pertenece a los que saltan, a los que dan ese paso al frente. Solo nos queda saltar, aunque nos partamos el alma y descubramos que no era agua sino cieno o cemento del duro, que las pendientes eran muy pronunciadas y las rocas del camino eran afiladas, tal y como esperabas. Sin más sorpresas. Si no vibramos, morimos. De mil formas, en mil estados. Hay quien muere para siempre y quién muere poco a poco, en vida, amarrado a una realidad ingrata, gris y adormecida, terrible; a una necesidad absurda y tóxica, al apego de un suelo de baldosas que parecen imantadas para controlar nuestros movimientos intentando evitar que salgamos del perímetro acordado…
Y hay quien lleva siglos muerto sin saberlo…
Y como dice un buen amigo, “así es….”
MH Sport Management 
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